Un amigo nos preguntó cómo vivíamos la compasión; en su respuesta, Taher, de la fraternidad de Tamanrasset (Argelia), nos habló de la compasión como otro nombre de la solidaridad con aquellos que nos rodean; una solidaridad concreta que es también deseo de la llegada del Reino abierto a todos.
Al leer la petición de Jacques, yo mismo me sentí interpelado por la frase de René Voillaume sobre la compasión, que releo a menudo, escrita en la imagen del recordatorio que recibimos, a la ocasión de su muerte. En primer lugar, me parece necesario leer íntegramente este breve texto:
“Quizás estemos a punto de entrar en un periodo de la historia de la raza humana que será el tiempo de la compasión, viviendo en la impotencia de encontrar soluciones a los problemas planteados.
Más que nunca, tendremos que ofrecernos en intercesión, en comunión con el sacrificio del Señor, inmersos en su Eucaristía para suplicar que la misericordia de nuestro Salvador se derrame sobre toda la humanidad.
Más que nunca, es el momento de ser fieles a nuestro carisma fundacional”. (René Voillaume, octubre 1997)
En general, tenemos una idea aproximada de lo que es la compasión. Pensamos en María sufriendo con su hijo mientras muere en la cruz. Sin embargo, el contexto en el que René habla de ella nos orienta sin duda en otra dirección. Me gustaría reflexionar sobre esto porque toca lo más profundo de nuestras vidas.
📃 Leer el documento completo en PDF: Boletin-no40-2025

