ENCUENTRO 2014 DEL EQUIPO INTERNACIONAL
El encuentro tendrá lugar en Amvoroby (Mahajanga), Madagascar, del 2 de setiembre al 13 de setiembre, para trabajar los temas de la fraternidad y evaluar lo realizado desde el encuentro en julio de 2013 en Vernon, Normandía, Francia.
Estaremos los seis miembros del equipo, de cuatro continentes, trabajando sobre las asambleas habidas en Asia, Europa y África, la previsión de la próxima asamblea Panamericana en 2015, los meses de Nazaret en varios países, las realidades, desafíos y problemas con que se encuentran muchos hermanos en países africanos en situaciones de violencia, las llamadas que recibimos desde la celebración del centenario del hermano Carlos en 2016, la formación de nuevas fraternidades… Estaremos también celebrando juntos y revisando nuestras vidas, ya que el equipo internacional funciona como una fraternidad.
Tendremos espacios para reflexionar acerca de las líneas y medios que nos ofrece el carisma de Carlos de FOUCAULD como presbíteros diocesanos, especialmente en lo que respecta a la jornada de desierto, la adoración, la revisión de vida y la entrega a los más pobres, ahondando en la realidad de Iglesia que vivimos y cómo la vivimos y la actualidad del carisma, que es un bien universal y abierto a todos. Compartiremos momentos con la familia de fraternidades de Carlos de FOUCAULD, estudiantes, sacerdotes, comunidades y realidades eclesiales de Madagascar, compartiendo su momento y sus esperanzas.



Me uno a todos en este tiempo de Asamblea para reflexionar, orar y renovar el servicio a la fraternidad en la persona del responsable nacional. Gracias, Mark, que en estos seis años has ayudado a mantener la llama viva de la fraternidad con el consejo, y desde noviembre de 2012 formas parte del equipo internacional, elegido por mí. Seguiremos trabajando en equipo para servir en la medida de nuestras fuerzas y posibilidades; nos queda aún más de cuatro años, y ya sabes que esto no admite jubilación.
También me uno con mis condolencias a la fraternidad norteamericana por la muerte de Mons. Desmond DILLON, hermano querido para vosotros y que es seguro que estará en los brazos del Padre y platicando con el hermano Carlos acerca de lo humano y divino. Que estos hermanos mayores que nos van dejando sean semilla y tierra buena para la Iglesia y para la fraternidad. Es una gran riqueza humana para nuestras fraternidades los hermanos de edad avanzada; su experiencia de vida, de espiritualidad y de entrega son de un valor incalculable. De ellos debemos aprender la humildad y la sabiduría de una raza de pastores.
buenos resultados. Es cierto que en la fraternidad no tenemos que buscar hacer bonitas reflexiones o trabajos perfectos. Nadie nos va a evaluar: nosotros nos evaluamos a nosotros mismos en la preparación de la revisión de vida y en el desarrollo de la misma en el encuentro fraternal. Por eso es mucho más importante aún el tiempo de adoración, de poner ante Jesús con humildad, paz y realismo cómo somos, qué queremos, qué esperamos, cómo confiamos en Jesús, cómo nos ponemos en las manos del Padre haciendo de la Oración de Abandono una actitud que dura todo el día: cuando trabajamos, cuando tratamos con las personas, cuando celebramos la eucaristía. En el hermano Carlos de FOUCAULD tenemos esa actitud durante años, en sus sueños y realidades.
necesitan nuestro acompañamiento, nuestro tiempo y atención. También cada uno de nosotros necesita todo eso. Nuestro camino espiritual está ligado al momento que como seres humanos vivimos. Soñar la fraternidad es ir más allá de una espiritualidad que nos ayuda a vivir el evangelio, a hacer oración, a ser cada día creyentes en Jesús y creyentes en una humanidad que en algunos países se desangra, se destruye a sí misma, y son siempre los pobres quienes sufren las consecuencias. Por eso la fraternidad no es un grupo espiritual, sino una pequeña comunidad de hermanos que se preocupan los unos por los otros y sienten el dolor y la alegría de la humanidad como los sentía Jesús, sin quedarse con los brazos cruzadas esperando que sean otros quienes solucionen los problemas.
Un gran abrazo y mi apoyo en la oración.
