Orar para Vivir. Diego MELENDO MORENO

El despertador sonó con tiempo suficiente para prepararme e irme al colegio tranquilamente, pero no contaba que en aquella mañana mi hija recién levantada me declarase una guerra de cosquillas en la que terminé inmovilizado entre carcajadas. Quién imaginaría que aquella risa se convertiría en mi oración de la mañana, “estad siempre alegres…”

orar-para-vivir-01Fue mi mujer quien dio la voz de alarma, ya no llegaba a tiempo. En el andén leí el evangelio del día, rara costumbre adquirida hace años; “Hombres de poca fe”, resonó en mi interior tras su lectura. A punto de finalizar el trayecto el músico de mi derecha que nos había amenizado el viaje versionando a Fito, pidió como colaboración una moneda o “una sonrisa, que no cuesta nada y ayuda a mirar el día con alegría en esta ciudad tan gris” “Gracias por la sonrisa” me dijo, pues no pude evitar que brotase una sonrisa de mi cara. La fe está compuesta de múltiples dudas, lo importante es la alegría interior, había leído hacía poco tiempo.

Así es como Dios se hace presente; pidiendo una sonrisa.

Llegué justo cuando iba a comenzar el encuentro, tras los saludos iniciales y alguna que otra indicación comenzamos cantando “Ven Espíritu…” él es maestro de oración, el espíritu ora en nosotros… ¡ABBA!

Morar en Dios

“Tú, cuando ores, entra en tu habitación…” Mt 6,6.

orar-para-vivir-02No se puede orar sin Fe, sin tener deseo de Dios;” De noche iremos, de noche; que para encontrar la fuente, solo la sed nos alumbra”. Pero como encontrar el tiempo, la tranquilidad, la paz, con este ritmo de vida que llevamos ¿nuestro estilo de vida, es propicio para una vida de oración?

Con San Vicente buscamos distintos pasillos para llegar a la habitación; aunque sabemos que su enseñanza sobre la oración no es original, tuvo muy en cuenta las enseñanzas de San Francisco de Sales en su obra “La introducción a la vida devota”, y su modelo de oración fue Jesús de Nazaret. Nuestro único modelo es él.

Entre las muchas cosas que pudimos conocer sobre la oración en San Vicente, sus formas y modos, la preparación de la oración, me llamaron la atención sobre todo sus métodos (trucos) para que cualquiera pueda hacer oración:

  • El truco del pobre de la esquina, nos coloca en la vida real, cuantos pobres vemos a diario, pues ellos nos enseñan a orar, con su perseverancia, su quedarse parados esperando, exponiendo sus necesidades en un cartón, no necesitamos nada más, “ al orar no utilicéis muchas palabras como lo paganos” Quedémonos ante Dios como un pobre…
  • El truco del magistrado, pongamos nuestra agenda ante Dios, que vamos hacer durante el día, a mí siempre me ayudó esta idea “pregúntate que haría Jesús en tu lugar, y hazlo”.El truco de la Virgen María, “su madre guardaba todas estas cosas en su corazón”, María primera creyente es modelo de oración.
  • El truco de la estampita; o como el móvil se puede convertir en aliado de la oración y no en estorbo, ya que miramos tanto el teléfono, llenémoslo con imágenes que nos ayuden a mirar a Cristo.
  • El truco de la lectura; pero no de cualquier libro: la Biblia de principio a fin y especialmente el Evangelio. Me recordó este truco aquellas palabras del Papa Francisco pronunció justamente un año antes en un Ángelus: “ les pido siempre que tengan un contacto cotidiano con el Evangelio, que lean cada día un pasaje, un pasaje, que lo mediten y también que lo lleven con ustedes por doquier: en el bolsillo, en la cartera… Es decir que se alimenten cada día de esta fuente inagotable de salvación.”

Taizé

La acogida es un rasgo esencial del cristianismo, y eso lo han tenido muy en cuenta siempre en la Comunidad Monástica Ecuménica de Taizé. La oración y el canto son sus otras señas de identidad.

Fue en este momento donde comprobamos aquello de San Agustín de que el que canta ora dos veces.

El canto repetitivo de esta oración nos ayudaba a realizar esa ecología de corazón, en ella encontramos equilibrio, armonía, paz. Era la mejor manera de romper la cáscara de la palabra, rumiarla, meditarla; “Bendice alma mía al Señor” “Bless the Lord my soul” del salmo 102.

Después la lectura del Evangelio hizo resonar en mi interior de nuevo “hombres de poca fe”, y el canto vino a recobrarme; “Nada te turbe, solo Dios basta”. La celebración de la eucaristía, me ayudo a encontrar de nuevo mi refugio, mi roca, y saciada el hambre y la sed del alma, nos dispusimos a saciar también al cuerpo.

Lectura Orante

orar-para-vivir-04“De lo que está lleno el corazón habla la boca”; ese es el gran secreto de la oración; que es una comunicación amorosa, y el amor no necesita muchas palabras, que se lo digan a los enamorados. Pues eso es la oración “estar muchas veces a solas, tratando de amistad con quien sabemos nos ama”.

La oración no es evasión, no es un monólogo, ni escucharnos a nosotros mismos, es escuchar la palabra que Dios tiene preparada para mí, y que transforma mi vida;” Lean un pasaje del Evangelio cada día. Es la fuerza que nos cambia, que nos trasforma: cambia la vida, cambia el corazón.” Decía el Papa en aquel Ángelus.La lectio divina consiste en leer utilizando el ojo de la fe y el ojo del amor; dejarse tocar por la palabra amorosa de Dios que nos dice en la Escritura, cuando hemos leído un fragmento y llega esa palabra que nos toca el corazón no podemos dejar de rumiarla; “hombres de poca fe” resonaba en mi interior…

El fin de la oración es la caridad, el servicio al prójimo, la capacidad de amar a los que tenemos cerca, “lo que hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis”.

“Al final de la vida nos examinarán de amor”.

Orar Realidad

Caminamos por la vida con los ojos tapados, llenos de temor y confianza, pisando las huellas de quienes nos preceden, pero sin ser capaces de disfrutar del paisaje, unas veces no vemos y muchas no queremos ver. “El que me siga no caminará a oscuras, sino que tendrá la luz de la vida”. Pero a todos nos gustaría aprender a mirar como mira Dios. A todos nos gustaría encontrar las señales que Dios nos deja en el camino de la vida.“Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro. Vio y creyó.”

orar-para-vivir-05Dios nos va hablando a través de la vida, la lectura orante también se hace en el libro de la vida, en nuestra vida cotidiana, en nuestro Nazaret. Los ojos de la fe siempre son necesarios como necesario es volver a nacer.

“De noche iremos, de noche…” como Nicodemo, para nacer de nuevo del agua y del espíritu, y para mirar como Dios, tendremos que hacernos pequeños, accesibles, inocentes, y jugar a ser payasos que nos trasforman la mirada, para poder mirar el mundo con la mirada limpia de los bienaventurados que han sabido hacerse como niños para entrar en el Reino de los cielos, y encender velas que alumbren las tinieblas del mundo.

Aprendamos a hacernos pequeños para hacernos hermanos.

Cuando el día ya iba de caída, invocamos el auxilio del Espíritu, e iluminados por él, regresamos a casa comentando entre nosotros, “¿no ardía nuestro corazón mientras íbamos de camino?”

Me metí en el metro canturreando “Laudate omnes gentes, laudate Domino”. El camino de vuelta estuvo amenizado también por músicos, mientras yo trataba como María “conservar aquellas cosas en mi corazón”.

De regreso a mi Nazaret, mi pequeña familia, nuestra vida cotidiana, solo quedaba compartir la cena y descansar. Fue entonces cuando mi hija me pidió como tantas noches que rezase con ella antes de dormir: “Jesusito de mi vida, que eres niño como yo…”

orar-para-vivir-06Diego MELENDO MORENOorar-para-vivir-07

Gracias a las reflexiones de: José María Nieto (Sacerdote de la Congregación de la Misión) y al taller de Lectio Divina: José Ignacio Manzano (Monje cisterciense), al taller de Taizé: Grupo de la parroquia Stma. Trinidad de Villalba, Madrid, y al taller de orar la vida: Daniel Roca (Miembro del Equipo de acción social de los CEV) en el Encuentro de Agentes de Pastoral Juvenil Vicenciana que se celebró el pasado mes de Febrero en Madrid; sin las que esta crónica no hubiese sido posible.

PDF: Orar para vivir, Diego MELENDO

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